Las Unidades de Cuidados Intensivos iniciaron su desarrollo en España en la década de los 60, creándose la primera de ellas en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid en el año 1965. Desde el primer momento, las enfermeras fuimos conscientes de la necesidad de una formación especializada en esta área de cuidados, así como la de crear una Asociación Científica en la que se organizaran foros para intercambiar experiencias, diseminar nuevos conocimientos y se promoviera la formación especializada.
La primera reunión, que agrupó a menos de 100 Enfermeras tuvo lugar en Madrid en 1974, en el seno del X Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SEMICYUC). En esta reunión se presentaron tres comunicaciones y se decidió continuar haciendo reuniones en el marco de los Congresos de los médicos intensivistas, a partir de entonces la Sociedad iniciaba su andadura. Dos años más tarde, se celebró la segunda reunión en Barcelona, el tema principal del Congreso fue el «distrés respiratorio del adulto», en esta ocasión, las enfermeras participaron presentando 12 comunicaciones orales.
Al año siguiente, en 1977, tuvo lugar en La Coruña la «III Reunión Anual de Enfermería de Cuidados Intensivos», se celebraron dos Mesas Redondas, una conferencia y veintitrés comunicaciones orales. A partir de entonces y anualmente, de forma paralela a los congresos organizados por la SEMIUC, las enfermeras de Cuidados Intensivos han celebrado reuniones o congresos tratando temas de actualidad y consiguiendo una participación, cada vez mayor, de los profesionales. Actualmente se vienen reuniendo alrededor de unas 500 enfermeras en cada Congreso Nacional anual.
En 1978, durante la cuarta reunión anual celebrada en Valencia y que fue denominada «IV Reunión Nacional de ATS de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias», se formó una comisión provisional encargada de realizar las gestiones necesarias para la obtención del reconocimiento de la Sociedad de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias como Sociedad Científica. Al día siguiente de haber finalizado el Congreso de Valencia, la comisión provisional, con Herminia Chover como Presidenta, se reunió en Madrid con el Presidente de la SEMIUC, en aquella época el Dr. D. Andrés Esteban de la Torre, quien nos ofreció su ayuda y asesoramiento. Tras un año de gestiones, el 23 de Noviembre de 1979, se fundó la Sociedad. Durante el año siguiente se preparó la documentación necesaria para solicitar su legalización, era imprescindible disponer de una sede social y de unos estatutos que reglamentaran el funcionamiento de la misma. Esta documentación se entregó en el Ministerio del Interior el 1 de Noviembre de 1980, y en muy poco tiempo se obtuvo la legalización como Sociedad Científica. En 1982, durante la VIII Reunión de la SEEIUC celebrada en Oviedo, se presentó y aprobó el logotipo de la misma, siendo el que se utiliza actualmente. Desde que se fundó la Sociedad, el objetivo principal de la misma fue promover y conseguir un plan de Especialización en Cuidados Intensivos, que tuviera un reconocimiento oficial por parte del Ministerio, y que fuera un requisito indispensable para trabajar en las Unidades de Cuidados Intensivos. En primer lugar, se elaboraron los contenidos de conocimientos y habilidades para desarrollar nuestras competencias, así como la metodología para la enseñanza de la Especialidad. No obstante, a pesar de haber tenido, a lo largo de los años, varias reuniones de trabajo con los representantes del Ministerio de Sanidad y con el Consejo General de Enfermería, hasta el momento la Especialidad no ha sido establecida de forma oficial. En 1979, con el fin de conocer las inquietudes de los asociados en relación con las necesidades de formación, la Sociedad realizó una encuesta a 1391 enfermeras procedentes de 47 Unidades de Cuidados Intensivos. Se obtuvo que el 98% de las enfermeras afirmaba que necesitaba conocimientos especializados, y el 50% participaba, una o más veces al año, en diversas actividades formativas. Las encuestadas destacaban que para mantenerse al día era imprescindible el estudio, no solo de cara a conseguir una promoción profesional, sino para poder ejercer como «buenos profesionales» y proporcionar una atención de óptima calidad a los pacientes. La Sociedad para responder a esta demanda ha ido organizando distintas actividades: congresos, cursos de formación continuada, publicaciones periódicas, certificación de la competencia profesional, etc.